Hoy se ha ido un Hombre Bueno, un Hombre de gran corazón, de inmensa generosidad, un Hombre de su pueblo y para su pueblo, fue parte de él y de su Corporación, sus calles hoy respirarán un enorme vacío y transpirarán una sensación de respetuoso silencio, un transcurrir del tiempo que nunca será lo mismo.
El inexpugnable reloj del tiempo, dicen que todo lo cura, pero la rebeldía de sus agujas, se negarán a olvidar nunca la paz y sabiduría, que en el corazón de quienes tuvimos el Honor de compartir sus tiempos, dejó marcado a fuego en la memoria colectiva de nuestros recuerdos.
Hasta Siempre Jesús.
